British Project. IES Puerta de cuartos. 1º ESO

We are a group of students involved in a bilingual project at the IES Puerta de Cuartos in Talavera de la Reina Toledo. It´s a program supported by Ministerio de Educación and The British Council. With this Blog we would like to share with the students and teachers community some of our learning experiences as well as to inform our parents about the homework we´ve got every day.

Wednesday, March 12, 2008

troya

Schliemann

Heinrich Schliemann nació en Alemania en 1.882, en el seno de una familia pobre. A los 7 años escuchaba fabulosas leyendas e historias narradas por su padre: las luchas de los héroes homéricos, la destrucción de Troya... El niño preguntaba : ¿Y Troya está totalmente destruida? ¿Y nadie sabe dónde está emplazada? Lógicamente el padre asentía, pero el niño afirmaba: ¡Cuando sea mayor, yo hallará Troya y encontrará el tesoro del rey!. Y el padre se reía.
A los 14 años salió de la escuela y entró de aprendiz en una tienda de ultramarinos y, durante 6 años, trabajó desde las cinco de la mañana hasta las once de la noche.
En 1.841 embarcó hacia Venezuela, pero el barco naufragó y fue uno de los pocos supervivientes. Todos ellos fueron rescatados en Holanda y, por recomendación de un familiar, consiguió un puesto de escribiente en Amsterdam, Allí, en una fría buhardilla y con un sistema ideado por él, aprendió holandés, inglés, francés, español, portugués e italiano, hablado y escrito... ¡en un año! Parece ser que aquellos estudios fortalecieron su memoria y que, con su sistema, era capaz de aprender un idioma cada seis semanas. Ascendió en su empleo y se le encargaron las relaciones comerciales con Rusia, por lo que a sus 22 años también aprendió ruso. Tuvo suerte en los negocios y se instaló en San Petersburgo fundando una empresa dedicada al comercio en 1.846.
En 1.850 fundó un banco en EEUU y fue recibido por el propio presidente. En 1.854 aprendió sueco y polaco y ,en 1.856, el griego moderno y el griego clásico. Realizó un viaje por Palestina, Siria y Grecia, en el que aprendió también latín y árabe. Su diario sólo lo pueden leer los grandes políglotas, pues escribía siempre en el idioma del país donde se hallaba.
Mientras hacía todo esto, seguía enriqueciéndose con el comercio y disponía ya de una gran fortuna. Entonces, cuando mejor iban sus negocios, se retiró para dedicarse a su pasión: la búsqueda de Troya.
Homero, escritor de la antigüedad griega, era el autor de la Íliada, obra en la que se narran los amores de Paris y Helena, con la consiguiente guerra de Troya y su destrucción. Casi todos los eruditos consideraban este relato una fantasía, una leyenda, y por tanto sin valor histórico. Sin embargo, Schliemann sí creía que había sido algo real.
La mayoría de los sabios contemporáneos consideraban Bumabashi como el posible lugar donde se debió levantar Troya, en el caso de que hubiera existido. Pero, Schliemann tras visitar el lugar dedujo que esa no podía ser la ubicación; estaba demasiado alejada del mar ( 3 horas a pie de la costa) y la Iliada señalaba que los griegos recorrían a diario varias veces el camino desde los barcos hasta la fortaleza; aquella colina no podía albergar un castillo tan grande como el descrito por Homero y sus laderas eran demasiado empinadas; por último, allí había 34 fuentes mientras que Homero indicaba la existencia de una fuente de agua caliente.y otra de agua fría. Además, no encontró huellas de ruinas.
Basándose en el texto homérico buscó hacia el norte, en un pueblo llamado Hissarlik, que se hallaba a una hora de la costa. Allí halló una meseta cuadrangular de 233 m. de lado que podía albergar una gran ciudad con su ciudadela. Entonces quedó convencido de haber hallado Troya.
















En 1.869 se casó con una joven griega de 16 años llamada Sofia Engastrómenos y juntos compartirían fatigas y penalidades.
En 1.870 comenzaron a excavar, con unos 100 obreros, y hallaron unos muros, utensilios domésticos, joyas y vasos, testimonios de que allí había existido una gran ciudad. Pero encontró unas ruinas debajo de otras, como las capas de una gran cebolla, de modo que sobre cada ciudad destruida se había levantado otra. Entonces ¿cuál era Troya? Pensó que era una de las capas en la que halló huellas de incendios y ruinas de fortificaciones poderosas, aunque se equivocó. También encontró numerosos objetos y ya los eruditos dejaron de considerarle un excéntrico y un allegado sin conocimientos. El 15 de junio de 1.873 era el pemi1timo día de las excavaciones, pero inspeccionándolas observó un punto luminoso: jera oro! Ordenó a su mujer que diera el día libre a los obreros para evitar problemas y tentaciones. Sofia y él descubrieron un tesoro enterrado durante 3.000 años.
En 1.876 se dirigió a Micenas, deslumbrante ciudad de la antigua Grecia, de la que se conservaban numerosos restos: murallas ciclópeas, la Puerta de los Leones... Allí también excavó y encontró varias tumbas que atribuyó al Rey Agamenón y sus amigos, asesinados por su mujer Clitemnestra y su amante Egisto cuando volvían de la guerra de Troya. Los restos no pertenecían a quienes creía Schliemann, pero estaban cargados de joyas, oro y armas, así como una serie de máscaras de oro.
Su siguiente objetivo era explorar Creta. Consiguió los permisos para excavar, pero el propietario de la colina le pidió un precio exagerado. Cuando llegaron a un acuerdo y volvió para firmar el contrato contó los olivos y descubrió que habían cambiado los mojones de la finca y que, ahora, en vez de 2.500 árboles sólo tenía 888. Rompió el contrato y perdió la posibilidad de hallar el Palacio de Cnosos, que sería descubierto por A. Evans en ese mismo lugar.
En 1.890 quería pasar las navidades con su mujer y sus hijos , pero un dolor de oídos le torturaba y, a su paso por Italia, visitó a algunos médicos desconocidos que le tranquilizaron. El día de Navidad cayó desplomado en el centro de Nápoles y, aunque conservaba el conocimiento, perdió el habla. Le condujeron a un hospital, pero allí no querían atenderle porque no podría pagar la factura ya que su aspecto era sumamente sencillo e incluso pobre. Entonces buscaron en sus bolsillos y encontraron la dirección de uno de los médicos que le habían atendido del dolor de oídos. Cuando llegó el médico convenció a los trabajadores del hospital de que era un hombre muy rico y buscando de nuevo en sus bolsillos extrajeron una bolsa llena de monedas de oro. Pasó aquella noche en el hospital pero, después, falleció.
Fue enterrado en Atenas con todos los honores y al funeral asistieron el rey y el príncipe heredero de Grecia, los ministros, científicos y representantes de las potencias extranjeras, además de su familia.

1 Comments:

Blogger T.Yan said...

Muy bien Victor, pero no entiendo por qué dejaste tanto espacio alli, ¿esque hay una foto?

¿Y de que es este trabajo?

9:51 PM  

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